El dulce de leche es un postre tradicional que se toma en latinoamérica, donde adquiere diferentes nombres según el país: dulce de leche, cajeta, manjar blanco, arequipe. Realmente no es un postre sino que una elaboración que se añade a multitud de alimentos dulces, vendría a ser lo que la nocilla para los españoles. La receta orginal lleva básicamente leche de vaca y azúcar. Su contenido en azúcar es tan elevado que al cocinarse junto con la leche se carameliza y le da la peculiar tonalidad marrón al dulce de leche.
La versión vegana no tiene nada que envidiar a la original, se puede hacer a partir de bebida vegetal, o como en esta receta con nata vegetal. El usar sirope de cebada hacer que el color sea más oscuro que si usáramos solo sirope de arroz integral, pero el sabor estaría igualmente bueno.
Al tener una concentración elevada de “azúcar” es una elaboración que dura mucho tiempo en la nevera, normalmente no me dura más que unos 10 días, porque lo comemos antes, pero imagino que se conservará durante más días si es necesario.
- 200ml de bebida vegetal (yo he usado avena)
- 100g de sirope de arroz integral
- 50g de sirope de cebada
- 1/2 vaina de vainilla
- 1 c/p de harina de maiz (maicena)
- Disuelve la maicena en una cucharada de bebida de avena y mezcla con el resto de la avena en una olla. Abre la vaina de vainilla a lo largo y con un cuchillo retira la pulpa y viértela en la olla junto con la melaza. Lleva esta mezcla a fuego lento y cocínala durante unos 45 minutos, removiendo a menudo para que no se agarre a la olla. La mezcla espesará y adquirirá un color tostado.
- Puedes usar este dulce en pequeñas cantidades, porque aunque no tenga azúcar refinado tiene siropes que poseen un procentaje elevado de azúcares simples. Me gusta usar una cucharadita para acompañar helados, como el de plátano, que próximamente colgaré la receta.
