Esta crema de calabaza es muy sencilla de hacer, simplemente se hornean sus ingredientes y luego se trituran, pero la combinación de sabores es sorprendente. Entre sus ingredientes tenemos la calabaza que es una verdura de otoño invierno con un sabor dulce intenso, rica en betacarotenos o provitamina A. Los betacarotenos son pigmentos de color anaranjado, amarillo o rojo presentes en muchas verduras que una vez ingeridos se transforman en vitamina A. La vitamina A es importante para la visión, la piel y mucosas, interviene en el crecimiento de huesos y dientes y en el sistema inmune. Los betacarotenos tienen una actividad antioxidante importante y potencian el sistema inmune, son beneficiosos para tratar enfermedades como el cáncer, problemas cardiovascuares entre otras. Al hornear la calabaza hacemos que este plato proporcione más calor al cuerpo, contrarrestando la frescura de la pera.
- 600g de Calabaza alargada sin piel ni pepitas.
- 2 Peras pequeñas, unos 300g deben estar maduras y jugosas.
- 150g de Cebolla, una mediana
- 500ml de Caldo de verduras
- 2cm de Jengibre fresco sin piel
- Aceite de oliva virgen
- Sal y pimienta
- Cortar la calabaza en cubos de unos 2 cm aproximadamente
- Cortar la cebolla en daditos
- Colocar la calabaza y la cebolla en una fuente con papel para horno, regar con aceite y salpimentar. Colocarlas separadas.
- Hornear a 180ºC durante unos 30 minutos hasta que ablande la calabaza y se dore ligeramente, de vez en cuando remover para que no se quemen las verduras.
- Una vez las verduras estén hechas pasar a un recipiente junto con el caldo previamente calentado, las peras peladas y troceadas, y triturar hasta que quede una crema fina.
- Rallar el jengibre y exprimir la pulpa sobre la crema, solo usamos el jugo.
- Servir decorada con láminas de pera a la plancha y colocadas en forma de flor y unas gotas de aceite de oliva virgen.
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