¿Tortilla vegana? te puede parecer una locura, pero los veganos somos así, no hay receta que se nos escape de veganizar y con éxito ;). Realmente no he descubierto nada nuevo, esta manera de elaborar una tortilla es archiconocida, la novedad que aporta es que si usas los gramos exactos de cada ingrediente que especifico obtendrás un éxito rotundo. Y ¿porqué? pues porque queda jugosa, no sabe a harina de garbanzos ni ésta se nota en la textura de la tortilla, francamente no hay diferencia en sabor con respecto a una tortilla convencional, eso sí aquí no usamos ingredientes que provengan de la explotación animal. Lo de mi estilo lo he querido especificar porque a mi me gustan las tortillas hechas a fuego lento, que es cuando salen y se mezclan los sabores de los ingredientes. Pero si te gusta la patata más crujiente no tienes más que freírla durante menos tiempo y a fuego medio-alto, es cuestión de gustos!.


- 350g de patatas
- 100g de cebolla
- Sal al gusto
- 100ml de agua
- 30g de harina de garbanzos
- 15g de harina de maíz
- Sal al gusto
- Cúrcuma para dar color
- Unas 4-6 gotas de vinagre.
- Aceite de oliva virgen para freír.
- Corta la cebolla en trocitos pequeños (brunoise)
- Pela y corta las patatas en rodajas finas y añádeles sal.
- En una sartén de unos 16cm (tamaño medio pequeño) con abundante aceite caliente cocina las patatas y las cebollas a fuego lento y tapadas. Para mí este es uno de los secretos de una buena tortilla de patatas. El tiempo de cocción es de unos 25 minutos aproximadamente.
- Una vez hechas las patatas y la cebolla las escurrimos bien, puedes usar un colador para eliminar al máximo el aceite sobrante.
- Mientras se escurren, mezcla aparte los ingredientes para el sustituto del huevo sin que queden grumos.
- Vierte las patatas y la cebolla en la mezcla anterior, remueve bien para que se integren todos los ingredientes. Mientras pon la sartén al fuego con unas gotas de aceite y cuando esté bien caliente vierte la mezcla de patatas, cebolla y sustituo de huevo. Deja cocinar unos 4-5min por cada lado a fuego medio lento y hasta que se dore. Para darle la vuelta ayúdate con un plato llano.
- El vinagre se añade para eliminar o reducir el sabor de la harina de garbanzos, da muy buenos resultados.
- Si hacéis la receta exacta os garantizo un éxito rotundo ;) El sabor y la textura están muy logrados, no se notan las harinas.